En Hechos 17:11-15 encontramos que Pablo y Silas salen de Tesalónica hasta Berea (Sur de Grecia hoy día) que estaba a unas 50 millas suroeste. Allí presentan el evangelio en las sinagogas como lo habían hecho en Tesalónica. Estos al escuchar la palabra la recibieron.
"Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así."v. 11
Estos fueron nobles, teniendo buena disposición, una mente abierta y receptiva al escuchar el evangelio. No reaccionaron como los de Tesalónica. Estos tenían el deseo de conocer la verdad de Dios pero no ciegamente. Querían aprender la verdad de Dios.
No es muy común esta actitud en personas no creyentes pero Dios sin duda ya Dios había preparado los corazones.
Estos de Tesalónica no solo tenían una buena disposición de la verdad sino que investigaban, buscaban, escudriñaban "cada día las Escrituras para ver si estas cosas era así."
Tenían hambre por la verdad de Dios y hacían el trabajo de comparar lo que Pablo decía con lo que las Escrituras decían. En este tiempo no tenían la Biblia individual, eran rollos de los libros. Era más difícil buscar algo. Sin embargo lo hacían todos los días.
Estas personas, que eran judíos pero no creyentes en Cristo, nos han provisto un reto muy grande que muchos de nosotros carecemos.
María Jones era una niña galesa que a los 8 años conoció a Cristo. No tenía Biblia. En estos tiempos en galés las Biblias eran escasas. La Biblia mas cercana para leer estaba a dos millas en una pequeña choza. La Biblia más cercana para comprar estaba a 26 millas. La niña María ahorró dinero por 6 años para comprar una Biblia. Sin seguridad de que podía adquirir una, a los 15 años, en el año 1800, caminó descalza al pueblo de Bale buscando al Reverendo Thomas Charles que vendía Biblias. Al llegar, el Reverendo le dijo que todas las Biblias ya estaban vendidas. La niña comenzó a llorar. Esto conmovió tanto al Reverendo Charles que sacó una Biblia de un estante y se la dio diciéndole "Si tú, mi querida niña estás contenta de recibir una Biblia, yo estoy contento de dártela. Leéla cuidadosamente, estúdiala diligentemente, atesora las palabras sagradas en tu memoria y vive sus enseñanzas." Esta experiencia llevó a la formación de la Sociedad Bíblica y Foránea.
Copia de esta Biblia llamada "La Biblia de Maria Jones" se encuentra en la biblioteca de Cambridge.
Fuente: https://en.m.wikipedia.org/wiki/Mary_Jones_and_her_Bible y de "Preaching Illustrations from Church History" de Ron Prosise
Hoy día tenemos Biblias en cantidad, todos los recursos para estudiar la Biblia y no lo hacemos. Hoy día se encuentra todo en el internet para estudiar la Escritura y sin embargo muchos de nosotros estamos contentos con lo que escuchamos el domingo. Se nos hace suficiente.
Pero aun así hay algunos aquí que no están contentos quieren sermones con muchas historias, o reír más. La gente no quiere investigar la verdad en la Palabra de Dios, quieren ser entretenidos. Esto es típico hoy día.
Recuerdo visitar una iglesia donde yo había aplicado para ser pastor asistente. El pastor era super divertido. Lo escuchamos hacer chistes, usar ollas y otras cosas para ilustrar lo que compartía, pero al salir nos preguntamos mi esposa y yo que habíamos aprendido. Estuvimos de acuerdo que no habíamos aprendido nada de la Palabra de Dios.
De esto hay mucho en nuestro ambiente Hispano. Es atractivo. Mucha gente llena los lugares así como se llena un show de un comediante.
En lo personal, he sido acusado como me lo dijo hace muchos años un amigo pastor que enseñaba "mucha Biblia." Se me ha escrito también como alguien que enseña "mucha doctrina." Esto me da gusto porque el apóstol Pablo enseñaba usando la Escritura, la Palabra de Dios. Esto es lo que el Señor me ha llamado a enseñar y no mis opiniones o mis historias favoritas.
Nuestra vida se ha caracterizado por aceptar todo aun en los medios de comunicación sin examinar las cosas con las Escrituras. A veces personas comparten sermones o porciones de sermones de otros predicadores sin antes investigar que es lo que creen estas personas. Hacer esto sin averiguar si es verdad usando la Escritura es precisamente lo que lleva al error.
Debemos imitar a los de Berea que aunque no eran creyentes querían conocer y estudiar la Verdad de Dios.
Después de haber examinado lo que la Escritura dice, estas personas creyeron. Muchos de ellos incluyendo mujeres griegas de distinción y griegos convertidos al judaísmo creyeron en Cristo.
Solo la Palabra de Dios puede producir estos resultados. Solo la Palabra de Dios puede transformarnos. ¿Qué vas a hacer para estudiar la verdad de Dios con diligencia todos los días?
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"Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así."v. 11
Estos fueron nobles, teniendo buena disposición, una mente abierta y receptiva al escuchar el evangelio. No reaccionaron como los de Tesalónica. Estos tenían el deseo de conocer la verdad de Dios pero no ciegamente. Querían aprender la verdad de Dios.
No es muy común esta actitud en personas no creyentes pero Dios sin duda ya Dios había preparado los corazones.
Estos de Tesalónica no solo tenían una buena disposición de la verdad sino que investigaban, buscaban, escudriñaban "cada día las Escrituras para ver si estas cosas era así."
Tenían hambre por la verdad de Dios y hacían el trabajo de comparar lo que Pablo decía con lo que las Escrituras decían. En este tiempo no tenían la Biblia individual, eran rollos de los libros. Era más difícil buscar algo. Sin embargo lo hacían todos los días.
Estas personas, que eran judíos pero no creyentes en Cristo, nos han provisto un reto muy grande que muchos de nosotros carecemos.
María Jones era una niña galesa que a los 8 años conoció a Cristo. No tenía Biblia. En estos tiempos en galés las Biblias eran escasas. La Biblia mas cercana para leer estaba a dos millas en una pequeña choza. La Biblia más cercana para comprar estaba a 26 millas. La niña María ahorró dinero por 6 años para comprar una Biblia. Sin seguridad de que podía adquirir una, a los 15 años, en el año 1800, caminó descalza al pueblo de Bale buscando al Reverendo Thomas Charles que vendía Biblias. Al llegar, el Reverendo le dijo que todas las Biblias ya estaban vendidas. La niña comenzó a llorar. Esto conmovió tanto al Reverendo Charles que sacó una Biblia de un estante y se la dio diciéndole "Si tú, mi querida niña estás contenta de recibir una Biblia, yo estoy contento de dártela. Leéla cuidadosamente, estúdiala diligentemente, atesora las palabras sagradas en tu memoria y vive sus enseñanzas." Esta experiencia llevó a la formación de la Sociedad Bíblica y Foránea.
Copia de esta Biblia llamada "La Biblia de Maria Jones" se encuentra en la biblioteca de Cambridge.
Fuente: https://en.m.wikipedia.org/wiki/Mary_Jones_and_her_Bible y de "Preaching Illustrations from Church History" de Ron Prosise
Hoy día tenemos Biblias en cantidad, todos los recursos para estudiar la Biblia y no lo hacemos. Hoy día se encuentra todo en el internet para estudiar la Escritura y sin embargo muchos de nosotros estamos contentos con lo que escuchamos el domingo. Se nos hace suficiente.
Pero aun así hay algunos aquí que no están contentos quieren sermones con muchas historias, o reír más. La gente no quiere investigar la verdad en la Palabra de Dios, quieren ser entretenidos. Esto es típico hoy día.
Recuerdo visitar una iglesia donde yo había aplicado para ser pastor asistente. El pastor era super divertido. Lo escuchamos hacer chistes, usar ollas y otras cosas para ilustrar lo que compartía, pero al salir nos preguntamos mi esposa y yo que habíamos aprendido. Estuvimos de acuerdo que no habíamos aprendido nada de la Palabra de Dios.
De esto hay mucho en nuestro ambiente Hispano. Es atractivo. Mucha gente llena los lugares así como se llena un show de un comediante.
En lo personal, he sido acusado como me lo dijo hace muchos años un amigo pastor que enseñaba "mucha Biblia." Se me ha escrito también como alguien que enseña "mucha doctrina." Esto me da gusto porque el apóstol Pablo enseñaba usando la Escritura, la Palabra de Dios. Esto es lo que el Señor me ha llamado a enseñar y no mis opiniones o mis historias favoritas.
Nuestra vida se ha caracterizado por aceptar todo aun en los medios de comunicación sin examinar las cosas con las Escrituras. A veces personas comparten sermones o porciones de sermones de otros predicadores sin antes investigar que es lo que creen estas personas. Hacer esto sin averiguar si es verdad usando la Escritura es precisamente lo que lleva al error.
Debemos imitar a los de Berea que aunque no eran creyentes querían conocer y estudiar la Verdad de Dios.
Después de haber examinado lo que la Escritura dice, estas personas creyeron. Muchos de ellos incluyendo mujeres griegas de distinción y griegos convertidos al judaísmo creyeron en Cristo.
Solo la Palabra de Dios puede producir estos resultados. Solo la Palabra de Dios puede transformarnos. ¿Qué vas a hacer para estudiar la verdad de Dios con diligencia todos los días?
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