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Here are two articles written by Emily Guevara ( Twitter: @TMTEmily)  on our background and on  Grace Español .   Tyler Morning Telegraph...

Wednesday, July 11, 2018

El Amor de mi vida - Salmo 119:161-168 - Primera parte

En esta sección comienza con las dos letras “shin” que corresponde a las letras “sh” juntas y la letra “sin” que corresponde a la letra “s”.  Los versículos 161-162 y 166 comienzan con la letra “sin” y el resto de los versículos con la letra “shin”.

El salmista nos muestra tres características de una persona que ama la Palabra de Dios. Esta sección esta llena de emoción. El salmista expresa las emociones de su corazón: se regocija (v. 162), ama la Palabra (v. 163), alaba a Dios (v. 164), tiene paz (v. 165) y tiene esperanza (v. 166).

El amor hacia la Palabra de Dios tiene tres características.

1. Tiene un corazón constante vv. 161-163

A. Es un Corazón Reverente a la Palabra de Dios v. 161
El salmista se halla una vez más perseguido por otros. En este caso aquellos que están en autoridad. Sin embargo, no tiene temor. Su temor no es hacia estos hombres.

Su reverencia, su asombro viene de su corazón viene de la Palabra del Señor. A través de este salmo hemos podido ver su constancia hacia la Palabra del Señor sin importar la situación en la que se encuentra.

¡Cuanto nos falta esto a nosotros como creyentes!
El martes me preguntaba la hermana Doreen cuál es la estrategia para ayudar a la iglesia a ser comprometida. La respuesta que le di es que yo no puedo cambiar a las personas, solo Dios puede hacer esto. Pero si podemos en nuestros grupos misionales y en el discipulado ayudarnos a mantener la constancia. Esto es clave.

Dios no creo la iglesia (no es el edificio) para solo los domingos. Dios creo la iglesia para que sus hijos tengan una familia en la cual puedan ayudarse mutuamente al amor, a las buenas obras, a la fidelidad, a vivir con un corazón reverente a Él y su Palabra. No hay tal cosa como un cristiano huérfano.
¡Jamás podrás vivir una vida fiel a Cristo tu solo! ¡Deja las excusas de que tienes!

¿Cómo tener este tipo de asombro, de estar maravillado de la Palabra de Dios? Esto lo hablábamos con el equipo pastoral. Les compartía el tiempo que pasé en mi vida en el cual tenía mi tiempo con Dios mecánicamente. Pero pasé por un tiempo de prueba y cuando el Señor me trajo una vez más a Él, me abrió los ojos. Su Palabra me hablaba a mí. Esto es el caso hoy. ¿Cómo tener esta clase de asombro y maravilla hacia su Palabra?

Pensamos en varias cosas:

1. Ser intencional en nuestra búsqueda de la Palabra de Dios. 
Esto implica tener tiempo designado para pasar tiempo con el Señor a través de su Palabra y la oración. El propósito de este tiempo es conocer a Cristo y a nuestro Padre celestial. Esto es lo que haremos en la eternidad así que debe ser un gozo pasar este tiempo. Es un tiempo para rogarle que nos muestre lo que quiere para nosotros que estamos en misión para su gloria. Debemos rogarle que nos muestre donde está Él obrando para que nosotros podamos tomar parte de ello.

2. Pedir al Señor que nos muestre sus maravillas.
No debemos dejar que esto se vuelva en un tiempo rutinario, un hábito mecánico. Debemos rogar que nos ilumine a través de su Palabra, que nos de su sabiduría, que nos enseñe más acerca de Él.

3. Debemos mirar todo a través de la cruz de Cristo. 
Pensemos en todo lo que nuestro Señor hizo por nosotros, como vivió una vida sufrida, murió y resucitó para darnos su perdón y llevarnos a Dios. Nuestro Señor es nuestro ejemplo para vivir una vida que agrada a Dios. Heb. 12:2-3 No olvidemos de predicarnos el evangelio cada día. Esto nos mantendrá agradecidos a Él, buscando su gracia diaria para vivir.

Si lo has intentado todo pero tu vida esta estancada, pide pruebas a Dios. El te las dará para que puedas crecer.

La persona que ama la Palabra del Señor tiene un corazón constante en la reverencia, en el asombro hacia la Palabra de Dios. También,

B. Es un Corazón que Atesora la Palabra de Dios v. 162
“Me regocijo en tu palabra
Como el que halla muchos despojos.”

El corazón constante es uno que verdaderamente se regocija en su Palabra. “Regocijo” es un participio en el Hebreo que indica algo continuo que no cambia.

Esto es lo opuesto de pensar que lo que Dios dice es algo pesado. 1 Juan 5:3 Si piensas esto es porque no entiendes la gracia de Dios.

Para el salmista este regocijo es como el que halla muchos despojos. Para nosotros no es claro esto. En este entonces, después de ganar una batalla, los ganadores se llevaban lo que poseía la otra nación. Esto era una señal de triunfo.
Para nosotros es como el que encuentra un tesoro.
Regocijarse en su Palabra es regocijarse en Dios mismo. Si Dios no te satisface, nada lo hará.  Si Dios no es tu tesoro, jamás encontrarás la verdadera satisfacción y propósito para tu vida. Esto lo descubrió Salomón y por eso escribió en Eclesiastés 1:2, “Todo es vanidad”.

La respuesta a esto es deleitarte en Dios.
El salmo 37:4 dice, “Deléitate asimismo en Jehová,
Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
Lo que significa es que cuando nos deleitamos en su Palabra nos deleitamos en Dios. Cuando estar con Dios es nuestro deleite nuestra vida es cambiada. Nuestros deseos cambian. Nuestros deseos se vuelven sus deseos. Esto es lo que significa buscar su reino y su justicia (Mateo 6:33). Y es cuando Dios se deleita en darnos lo que pedimos porque pedimos de acuerdo a su voluntad.

Cristo te ofrece de sí mismo esta mañana. En Juan 4:14 el dijo:

“mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”
Esta agua que da vida es la única que puede satisfacerte.

La persona que ama la Palabra del Señor tiene un corazón constante en la reverencia, en el asombro hacia la Palabra de Dios, en la Palabra como su tesoro y también

C. Es un Corazón que Ama la Enseñanza de la Palabra de Dios v. 163

“La mentira aborrezco y abomino;
Tu ley amo.”

Miramos aquí el contraste de lo que el salmista odia, aborrece y abomina. Es la mentira, todo lo que no es de acuerdo a la verdad de Dios.
Fue la mentira que llevó a la condenación de la humanidad en el Huerto del Edén. La mentira que viene del padre de mentira Satanás.  Es la mentira que opera mucho en nuestros mundo en la cual  muchos de nosotros caemos como creyentes porque no buscamos la verdad de Dios.
¿Aborreces la mentira porque sabes que es contraria a la verdad de Dios?

El salmista  ama la enseñanza del Señor. 

El que ama a la Palabra es tiene un corazón constante en reverencia a la Palabra, la atesora en su corazón, y ama la enseñanza de ella.

¿Si alguien te pregunta si amas la verdad de Dios, qué evidencia le darías? Debería ser muy obvio. No solo es cuanto te dedicas a ella, sino como tu vida diaria refleja lo que ella dice. Tu vida debe mostrar evidencia práctica de que amas la Palabra de Dios.


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