Cuando Dios creó al hombre lo creó para experimentar su gracia, el favor inmerecido de Dios. La gracia no es pasiva. La gracia de Dios es activa y produce cambios en la vida de los que le conocen y le siguen. Esta gracia viene por medio de la fe en Cristo. Efesios 2:8-9
Pero el hombre, trata de usurpar la gracia de Dios en vez de aceptarla.
El hombre trata con sus propias obras de ganarse el favor de Dios. Pero esto no es posible. La gracia de Dios es inmerecida. No se puede comprar.
Por otro lado están los que han experimentado su gracia pero la abusan. Quieren convertir la gracia de Dios en libertinaje. Romanos 6:1 Piensan que la gracia les de la libertad para hacer lo que ellos quieren, pero esto no es gracia. Esto es abuso. Creo que esto es muy común hoy día. Es por eso que no vemos que los cristianos se comportan mejor que los que no lo son. Han convertido la gracia en libertinaje.
En Tito 2 encontramos lo que es la gracia de Dios y como afecta nuestras vidas en todas nuestra áreas personales, especialmente en las relaciones en las varias generaciones. Nos muestra también como debemos de enseñarnos mutuamente como Cristianos para ayudarnos a crecer en la gracia de Dios.
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