Los Abusos de la Cena del Señor
1 Cor. 11:17-22
Nos encantan las comidas compartidas en la iglesia. Tendremos una el siguiente mes. Estas comidas tienen valor más del simple hecho de comer. Estas comidas indican nuestra diversidad al traer diferentes platillos. Indican nuestra aceptación el uno al otro y nuestra unidad en Cristo ya que comemos juntos a pesar de que somos de diferentes trasfondos. El tiempo es valioso porque podemos tener también comunión unos con otros. Si esto es así, ¿Cuánto más no lo es la cena de Señor?
Es difícil entender para nosotros este texto que habla de los abusos de la cena del Señor porque no estamos familiarizados con el contexto neoestamentario.
La iglesia en Corinto era una iglesia compuesta tanto de personas con trasfondo judío como gentiles (no judíos) que pertenecían a la cultura romana o griega. Algunos tenían buenos recursos económicos y otros no. La cena del Señor era parte de la celebración de la pascua judía. Es muy posible que esta cena fue adaptada al contexto greco-romano. En Corinto había tales cenas, unas públicas y otras privadas.
En las privadas generalmente, las personas traían su comida, algunas con buenos medios económicos. Los de menos recursos no lo podían hacer así que dependían del patrocinador de la cena que generalmente tenía buenos recursos económicos. En este caso los de bajos recursos no solo comían en el patio sino que recibían menos porciones mientras que los de mejores recursos comían adentro en el comedor (cabían aproximadamente 9 personas) las mejores porciones.
En Corinto esta cena de amor - Judas 12 (Jude 12) pública para la iglesia se había convertido en una cena privada donde se hacían distinciones y el significado de la cena se había perdido. Pablo les corrige haciéndoles ver estos abusos que no solo eran en contra de las personas sino en contra del Señor mismo. Lo que estaban haciendo les trajo consecuencias severas de parte del Señor y Pablo le llama a cuento antes que sufran más ser “castigados por el Señor” y “condenados con el mundo.”
Este pasaje nos enseña el abuso de no entender el significado de la cena del Señor sino también los abusos unos a otros. Estos abusos que incluyen la falta de unidad, y de no mostrar el amor de Cristo unos a otros son en contra del Señor mismo. Él nos advierte de las consecuencias.
La cena del Señor tiene un significado profundo, arraigado en el evangelio que nos debe mover a ser una comunidad que convive en unidad como Cuerpo de Cristo en Cristo. Además de esto, proclama su amor a través de los elementos simbólicos.
Esta comunión no solo es una vez al mes sino que su efecto debe ser evidente cada vez que nos reunimos (todos o algunos juntos) en cualquier lugar como el “Cuerpo de Cristo” el cual fue formado por su cuerpo herido, su sangre derramada y su resurrección de entre los muertos.
Lo primero que encontramos en este pasaje (1 Cor. 11:17-34) son los abusos contra los pobres vv. 17-22
Habían dos formas en que este abuso sucedía en Corinto:
A. Falta de unidad como Cuerpo de Cristo vv. 17-20
1. El resultado de sus reuniones hacen más daño que bien v. 17
“Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.”
En contraste a el “os alabo” del versículo 2, Pablo aquí comienza diciendo que en esto no los alababa. Pablo hablaba con la verdad de Dios. Es importante que como iglesia entendamos que cuando hay corrección que hacer, hay que hacerlo con la verdad de Dios. Halagar falsamente no es hablar con la verdad.
Sus reuniones hacían más daño que bien como nos mostrará Pablo en los siguientes versículos. ¡Ojala nunca se diga esto de nosotros ya sea durante la Santa Cena o en cualquier otra!
2. Las divisiones que había entre ellos vv. 18-19
“Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.”
a. El Cuerpo dividido v.18a
Cuando se reunían como la “asamblea” de Dios en vez de ser lo que deberían ser como UN Cuerpo de Cristo unidos, había divisiones entre los dos grupos de los que tenían mucho y los que no tenían nada. El Cuerpo de Cristo no puede estar dividido de esta manera. ¡Esto es una ironía!
b. Las divisiones revelan los verdaderos creyentes v. 18b-19
La frase “y en parte lo creo Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” es en forma de ironía. Ellos creían que tenían el favor de Dios por estas diferencias que ellos habían creado.
Pero interpretándolo de otra manera está la idea que Pablo le daba un poco de beneficio de duda en lo que se le había reportado.
Además las divisiones a veces ayudan a mostrar los que son verdaderamente creyentes y quienes no lo son. (Cristo dijo que creer en el traería divisiones. Mateo 10:34-37. El fin de los tiempos también sería un tiempo de divisiones aun en familia. Mateo 24:9-13
El verdadero creyente rechaza las divisiones como algo satánico y carnal; algo que destruye al Cuerpo de Cristo; ve estas divisiones como oportunidades para unirse más en Cristo.
Los que no son creyentes nunca mostraran un verdadero arrepentimiento de sus acciones que causan división. No les importa que suceda en el Cuerpo de Cristo. Solo les interesa sus deseos personales.
B. Falta de consideración como Cuerpo de Cristo vv. 20-22
1. El propósito se había perdido v. 20
“Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.”
“Así que” dice Pablo, cuando se reúnen no lo hacen con el fin de celebrar la cena del Señor. Habían perdido su propósito.
¡Cuando sucede hoy día en la Iglesia de Cristo!
Cuanto se pierde el propósito del servicio de adoración. Se ha convertido en un show de competencias. El sermón en la media hora de comedia. Todo es luces y cámara.
Como iglesia no debemos olvidar porque estamos reunidos cada domingo o en otros días de la semana en grupos pequeños o en discipulado o en el trabajo. No olvidemos nuestro propósito. Es para la gloria del Señor que hacemos todo.
Ellos se habían olvidado que el propósito de esas reuniones eran para celebrar la cena del “Señor” no las comidas privadas de los señores.
2. La falta de consideración y amor era evidente vv. 21-22
“Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”
Siguiendo la cultura pagana, donde los huéspedes de honor recibían la mejor comida, los Corintios de medios altos estaban mostrando su falta de consideración y amor a los demás adelantándose a comer entre ellos. Comían y bebían al punto de embriagarse (quizás se habían dejado llevar por las costumbres paganas donde ciertas fiestas eran dedicadas al dios Dionisio que se identificaba con los excesos).
Ellos tenían derecho a fiestas privadas donde podían comer como deseaban pero esto no era una cena de ellos. Era la “cena del Señor” donde deberían comer juntos como iglesia y celebrar la santa cena.
Al hacer esto estaban menospreciando a la “iglesia de Dios” y avergonzando, literalmente humillando a los que no tenían nada para comer. Esto era desastroso y Pablo les dice que no tiene nada en que halagarlos en esto.
Recordemos que el espacio que dedicamos para Dios en cualquier lugar con la intención de reunirnos en su nombre debe ser honrado y respetado. Ninguna de nuestras acciones debe deshonrar ni a la iglesia ni al Señor.
A veces nos reunimos con nuestros hermanos para hacer algo, cómo orar o aprender la Biblia pero en el proceso perdemos el propósito y terminamos socializando para mal. Esto es deshonrar al Señor.
1 Cor. 11:17-22
Nos encantan las comidas compartidas en la iglesia. Tendremos una el siguiente mes. Estas comidas tienen valor más del simple hecho de comer. Estas comidas indican nuestra diversidad al traer diferentes platillos. Indican nuestra aceptación el uno al otro y nuestra unidad en Cristo ya que comemos juntos a pesar de que somos de diferentes trasfondos. El tiempo es valioso porque podemos tener también comunión unos con otros. Si esto es así, ¿Cuánto más no lo es la cena de Señor?
Es difícil entender para nosotros este texto que habla de los abusos de la cena del Señor porque no estamos familiarizados con el contexto neoestamentario.
La iglesia en Corinto era una iglesia compuesta tanto de personas con trasfondo judío como gentiles (no judíos) que pertenecían a la cultura romana o griega. Algunos tenían buenos recursos económicos y otros no. La cena del Señor era parte de la celebración de la pascua judía. Es muy posible que esta cena fue adaptada al contexto greco-romano. En Corinto había tales cenas, unas públicas y otras privadas.
En las privadas generalmente, las personas traían su comida, algunas con buenos medios económicos. Los de menos recursos no lo podían hacer así que dependían del patrocinador de la cena que generalmente tenía buenos recursos económicos. En este caso los de bajos recursos no solo comían en el patio sino que recibían menos porciones mientras que los de mejores recursos comían adentro en el comedor (cabían aproximadamente 9 personas) las mejores porciones.
En Corinto esta cena de amor - Judas 12 (Jude 12) pública para la iglesia se había convertido en una cena privada donde se hacían distinciones y el significado de la cena se había perdido. Pablo les corrige haciéndoles ver estos abusos que no solo eran en contra de las personas sino en contra del Señor mismo. Lo que estaban haciendo les trajo consecuencias severas de parte del Señor y Pablo le llama a cuento antes que sufran más ser “castigados por el Señor” y “condenados con el mundo.”
Este pasaje nos enseña el abuso de no entender el significado de la cena del Señor sino también los abusos unos a otros. Estos abusos que incluyen la falta de unidad, y de no mostrar el amor de Cristo unos a otros son en contra del Señor mismo. Él nos advierte de las consecuencias.
La cena del Señor tiene un significado profundo, arraigado en el evangelio que nos debe mover a ser una comunidad que convive en unidad como Cuerpo de Cristo en Cristo. Además de esto, proclama su amor a través de los elementos simbólicos.
Esta comunión no solo es una vez al mes sino que su efecto debe ser evidente cada vez que nos reunimos (todos o algunos juntos) en cualquier lugar como el “Cuerpo de Cristo” el cual fue formado por su cuerpo herido, su sangre derramada y su resurrección de entre los muertos.
Lo primero que encontramos en este pasaje (1 Cor. 11:17-34) son los abusos contra los pobres vv. 17-22
Habían dos formas en que este abuso sucedía en Corinto:
A. Falta de unidad como Cuerpo de Cristo vv. 17-20
1. El resultado de sus reuniones hacen más daño que bien v. 17
“Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor.”
En contraste a el “os alabo” del versículo 2, Pablo aquí comienza diciendo que en esto no los alababa. Pablo hablaba con la verdad de Dios. Es importante que como iglesia entendamos que cuando hay corrección que hacer, hay que hacerlo con la verdad de Dios. Halagar falsamente no es hablar con la verdad.
Sus reuniones hacían más daño que bien como nos mostrará Pablo en los siguientes versículos. ¡Ojala nunca se diga esto de nosotros ya sea durante la Santa Cena o en cualquier otra!
2. Las divisiones que había entre ellos vv. 18-19
“Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.”
a. El Cuerpo dividido v.18a
Cuando se reunían como la “asamblea” de Dios en vez de ser lo que deberían ser como UN Cuerpo de Cristo unidos, había divisiones entre los dos grupos de los que tenían mucho y los que no tenían nada. El Cuerpo de Cristo no puede estar dividido de esta manera. ¡Esto es una ironía!
b. Las divisiones revelan los verdaderos creyentes v. 18b-19
La frase “y en parte lo creo Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” es en forma de ironía. Ellos creían que tenían el favor de Dios por estas diferencias que ellos habían creado.
Pero interpretándolo de otra manera está la idea que Pablo le daba un poco de beneficio de duda en lo que se le había reportado.
Además las divisiones a veces ayudan a mostrar los que son verdaderamente creyentes y quienes no lo son. (Cristo dijo que creer en el traería divisiones. Mateo 10:34-37. El fin de los tiempos también sería un tiempo de divisiones aun en familia. Mateo 24:9-13
El verdadero creyente rechaza las divisiones como algo satánico y carnal; algo que destruye al Cuerpo de Cristo; ve estas divisiones como oportunidades para unirse más en Cristo.
Los que no son creyentes nunca mostraran un verdadero arrepentimiento de sus acciones que causan división. No les importa que suceda en el Cuerpo de Cristo. Solo les interesa sus deseos personales.
B. Falta de consideración como Cuerpo de Cristo vv. 20-22
1. El propósito se había perdido v. 20
“Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor.”
“Así que” dice Pablo, cuando se reúnen no lo hacen con el fin de celebrar la cena del Señor. Habían perdido su propósito.
¡Cuando sucede hoy día en la Iglesia de Cristo!
Cuanto se pierde el propósito del servicio de adoración. Se ha convertido en un show de competencias. El sermón en la media hora de comedia. Todo es luces y cámara.
Como iglesia no debemos olvidar porque estamos reunidos cada domingo o en otros días de la semana en grupos pequeños o en discipulado o en el trabajo. No olvidemos nuestro propósito. Es para la gloria del Señor que hacemos todo.
Ellos se habían olvidado que el propósito de esas reuniones eran para celebrar la cena del “Señor” no las comidas privadas de los señores.
2. La falta de consideración y amor era evidente vv. 21-22
“Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.”
Siguiendo la cultura pagana, donde los huéspedes de honor recibían la mejor comida, los Corintios de medios altos estaban mostrando su falta de consideración y amor a los demás adelantándose a comer entre ellos. Comían y bebían al punto de embriagarse (quizás se habían dejado llevar por las costumbres paganas donde ciertas fiestas eran dedicadas al dios Dionisio que se identificaba con los excesos).
Ellos tenían derecho a fiestas privadas donde podían comer como deseaban pero esto no era una cena de ellos. Era la “cena del Señor” donde deberían comer juntos como iglesia y celebrar la santa cena.
Al hacer esto estaban menospreciando a la “iglesia de Dios” y avergonzando, literalmente humillando a los que no tenían nada para comer. Esto era desastroso y Pablo les dice que no tiene nada en que halagarlos en esto.
Recordemos que el espacio que dedicamos para Dios en cualquier lugar con la intención de reunirnos en su nombre debe ser honrado y respetado. Ninguna de nuestras acciones debe deshonrar ni a la iglesia ni al Señor.
A veces nos reunimos con nuestros hermanos para hacer algo, cómo orar o aprender la Biblia pero en el proceso perdemos el propósito y terminamos socializando para mal. Esto es deshonrar al Señor.
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