Pablo ha enseñado referente a quienes somos. Hemos muerto y resucitado con Cristo. Ahora buscamos las cosas de arriba (3:1) donde Cristo está sentado a la diestra del Padre. Nuestra orientación es en las cosas del cielo no de la tierra. Y hemos muerto al mundo y a las prácticas de la vida pasada.
En el versículo 5 dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”
Y en el versículo 8 dice, “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.”
Hemos sido despojado de el “viejo hombre” y ahora hemos sido revestido de uno nuevo. Este nuevo hombre o ser ha sido creado conforme a la imagen de Cristo y a medida que le vamos conociendo más a Él, nos parecemos más a Él .
Como “llamados en un solo cuerpo” (v. 15), debemos de vestirnos con la ropa del nuevo hombre. Esto es lo que somos como iglesia sin importar el trasfondo de cada uno. En los versículos 3:12-17 Pablo nos enseña sobre la nueva ropa o vestimenta que debemos llevar puesta en nuestra vida Cristo-Céntrica.
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