En este capítulo miramos la oración de gratitud de Jonás hacia el Señor por haberle salvado del peligro de la muerte que vino como consecuencia de su desobediencia. Dios le ha salvado usando a un pez. Desde el vientre del pez, Jonás expresa su oración con un salmo, usando metáforas que describen el peligro de muerte en que estaba, cómo el Señor le escuchó y le rescató por su misericordia. Termina expresando solidaridad a Dios por lo que ha hecho en su vida. Dios escucha su oración y le saca a tierra para que cumpla lo que le ha mandado.
Este capítulo nos enseña que Dios en su misericordia nos escucha en nuestros tiempos de angustia. Algunos de estos tiempos vienen por nuestra culpa. Sin embargo, Dios nos enseña y nos da esperanza en esos momentos hasta que podemos salir de ellos (no siempre lo hará). Esto nos debe llevar a ser fieles y devotos a Él que nos muestra misericordia y gracia. Dios es el Dios de nuestra salvación, la salvación eterna.
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