Los Judíos a los que Pablo escribe en Romanos, eran muy religiosos y es para esperarse. Fueron ellos los que recibieron la Ley de Dios y sabían que era la voluntad de Dios. Llegaron a jactarse de esto. Ellos eran los guías de los ciegos, los instructores de los incultos, y maestros de niños. Sin embargo, eran culpables de la hipocresía. No practicaban la verdad de Dios. Eran ladrones, adúlteros, e idólatras y por esta causa muchos de los Gentiles (no Judíos) blasfemaban el nombre de Dios.
No sólo creían todo esto, sino que practicaban la circuncisión. La circuncisión fue dada por Dios como señal de que Dios honraría su pacto con ellos y ellos le honrarían con sus vidas (Éxodo 12:44-49) Pero también esto había llegado a tomarse por ellos como acto salvífico. Ellos pensaban que podían salvarse a través de ello. Pablo les dice que la circuncisión no sirve de nada sino obedecen la Ley de Dios. Les enseña también que los Gentiles pueden agradar a Dios sin la circuncisión si obedecen la Ley de Dios. No está diciendo que es posible, porque cumplir la ley es imposible, pero habla en forma hipotética para mostrarles la verdad. Lo que necesitaban ellos era la circuncisión del corazón que viene a través de la fe en Cristo.
Este pasaje aplica a nosotros hoy día. Es muy fácil ser religiosos. Es muy fácil creer que la religión nos salva. Si esto fuera cierto, no habría necesidad de que Cristo muriera por nosotros. Sería una competencia de quien puede ser mejor. Pero la verdad de Dios nos muestra que esto no es posible. Sólo Cristo puede salvarnos de nuestros pecados. La circuncisión de corazón de la cual habla este pasaje solo sucede cuando llegamos a creer en Cristo como nuestro Salvador y Señor de nuestra vida. Requiere que nos arrepintamos, que dejemos de ser nuestros propios jefes de nuestras vidas y nos sometamos a un nuevo jefe, Cristo. Esto es de Dios y no de hombres.
No sólo creían todo esto, sino que practicaban la circuncisión. La circuncisión fue dada por Dios como señal de que Dios honraría su pacto con ellos y ellos le honrarían con sus vidas (Éxodo 12:44-49) Pero también esto había llegado a tomarse por ellos como acto salvífico. Ellos pensaban que podían salvarse a través de ello. Pablo les dice que la circuncisión no sirve de nada sino obedecen la Ley de Dios. Les enseña también que los Gentiles pueden agradar a Dios sin la circuncisión si obedecen la Ley de Dios. No está diciendo que es posible, porque cumplir la ley es imposible, pero habla en forma hipotética para mostrarles la verdad. Lo que necesitaban ellos era la circuncisión del corazón que viene a través de la fe en Cristo.
Este pasaje aplica a nosotros hoy día. Es muy fácil ser religiosos. Es muy fácil creer que la religión nos salva. Si esto fuera cierto, no habría necesidad de que Cristo muriera por nosotros. Sería una competencia de quien puede ser mejor. Pero la verdad de Dios nos muestra que esto no es posible. Sólo Cristo puede salvarnos de nuestros pecados. La circuncisión de corazón de la cual habla este pasaje solo sucede cuando llegamos a creer en Cristo como nuestro Salvador y Señor de nuestra vida. Requiere que nos arrepintamos, que dejemos de ser nuestros propios jefes de nuestras vidas y nos sometamos a un nuevo jefe, Cristo. Esto es de Dios y no de hombres.
He aquí, tú tienes el sobrenombre de Judío, y estás reposado en la ley, y te glorías en Dios,18 Y sabes su voluntad, y apruebas lo mejor, instruído por la ley;19 Y confías que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,20 Enseñador de los que no saben, maestro de niños, que tienes la forma de la ciencia y de la verdad en la ley:21 Tú pues, que enseñas á otro, ¿no te enseñas á ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?22 ¿Tú, que dices que no se ha de adulterar, adulteras? ¿Tú, que abominas los ídolos, cometes sacrilegio?23 ¿Tú, que te jactas de la ley, con infracción de la ley deshonras á Dios?24 Porque el nombre de Dios es blasfemado por causa de vosotros entre los Gentiles, como está esctrito.25 Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión.26 De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión?27 Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley.28 Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne:29 Mas es Judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios.Reina-Valera Antigua (RVA)by Public Domain
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