Todos Somos Pecadores - Romanos 3:1-19

En este pasaje Pablo continua hablando sobre la condición de las personas. Comienza hablando sobre los Judíos que tienen ciertas ventajas. Ellos recibieron la Ley de Dios (Éxodo 20:1-20) directamente. No hay nadie en la historia que haya recibido algo semejante.  A pesar que la la palabra de Dios ha sido confiada a ellos (v. 2), muchos de ellos eran incrédulos a la verdad. Pero esto no invalida la verdad de Dios, Dios es verdadero. Algunos de ellos usaban su comportamiento malo para acertar que de esta manera hacían resaltar la justicia de Dios. Pablo les recuerda que esto solo hace al hombre un mentiroso.

Pablo les menciona que todos, sean Judíos o no (sean Gentiles) todos están corruptos por el pecado. El describe la condición de todo ser humano diciendo:

• No hay justo, ni aun uno
• No hay quien entienda
• No hay quien busque a Dios - todos se desvían  y son inútiles delante de Dios
• No hay quien haga lo bueno - no hay ni uno
• No hay temor de Dios delante de sus ojos

También menciona las acciones pecaminosas de toda persona:

• De su corazón (sepulcro abierto) malo sale maldad y engaño
• Sus bocas (su hablar) están llenas de maldición y amargura
• Matan a otros
• Todo lo que hace produce miseria y destrucción

La condición de todo ser humano delante de Dios es conclusiva: todo el mundo está bajo el juicio de Dios. Todos hemos pecado y lejos de Dios. Necesitamos que Dios nos ayude. Algunos piensan (como los Judíos de ese entonces) que tratando de cumplir lo que Dios manda (la Ley) es la solución pero esto no es posible. Pablo dice que "por medio de la ley es el conocimiento del pecado." Sólo nos hace ver que somos inútiles para reformarnos. ¿Cúal es la respuesta? Pablo lo explicará en la siguiente sección. Hay buenas noticias para el hombre pecador. Dios no nos ha abandonado.

El querer tener una relación con Dios comienza con el reconocimiento de su verdad. La verdad es que somos pecadores y no podemos tener una relación con El, porque el pecado está en medio. No hay nada que podamos hacer para salvarnos con nuestros esfuerzos. Necesitamos que Dios intervenga en nuestras vidas. El lo ha hecho. Lo estudiaremos en la siguiente sección.

9 ¿Qué pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera: porque ya hemos acusado á Judíos y á Gentiles, que todos están debajo de pecado.10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios;12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno:13 Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios;14 Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura;15 Sus pies son ligeros á derramar sangre;16 Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos;17 Y camino de paz no conocieron:18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. (RV Antigua)