IV. Debemos vivir amablemente v. 5
- Matando el enojo pecaminoso
“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.”
El regocijo del Señor nos lleva a ser gentiles. Esto mata el enojo pecaminoso. Alguien preguntó, ¿Qué es más fácil, regocijarse o vivir amablemente? Esta persona dijo que es vivir amablemente porque esto implica a otras personas. El gozo del Señor se demuestra viviendo amablemente. Debemos entender varias cosas sobre vivir amablemente.
A. El enojo (y la agresividad) roba la amabilidad, la bondad y gentileza.
El enojo pecaminoso no solo roba el gozo y la paz del Señor sino que también todo lo que es bueno de Dios. Lleva a los desacuerdos, a las contiendas, a las divisiones como pasaba en Filipos con las dos mujeres. Lleva al odio, al rencor y a la amargura. El enojo viene porque alguien ha violado nuestros derechos o nos impide algo que nosotros pensamos que merecemos.
Debemos entender que verdaderamente no merecemos nada delante de Dios. Dios no nos debe nada y enojarnos y dañar a otros porque no recibimos lo que queremos es pecado.
B. La gentileza se demuestra a todos
“Sea conocida de todos los hombres”
La gentileza nuestra no es solo dentro de la iglesia o entre creyentes sino con todas las personas. Los Americanos son categorizados como rudos y orgullosos por otros países. Y cuando salen del país llevan esa actitud. Pero la verdad es que en estos días el enojo, la rudeza y la violencia se ha visto muy marcada en nuestro país debido a la política.
Los Hispanos nos hemos distinguido como personas gentiles y amables pero también lo estamos perdiendo rápidamente con la ayuda de la cultura en que vivimos.
Como cristianos y ciudadanos del cielo, como iglesia, debemos distinguirnos como personas gentiles no importa el país de origen de que somos, ni el país donde vivimos, ni que punto de vista político, ni de que creen otros religiosamente ni siquiera como nos tratan. Obedecemos a nuestro Señor y mostramos su gentileza a todos aun los que no nos tratan bien. No reaccionamos. No nos ofendemos fácilmente.
La iglesia del Señor debe ser conocida por la gentileza y amabilidad no por ser agresivos y enojones. No hay lugar para personalidades múltiples como las del Dr. Jekyll y el señor Hyde, de día respetuoso doctor pero de noche es agresivo, violento, desenfrenado y repugnante.
No queridos, esto no nos trae la paz del Señor. Pablo nos motiva a vivir gentilmente dándonos la razón:
C. La gentileza reconoce que el Señor viene pronto
“El Señor está cerca”
Como ciudadanos del cielo debemos entender que nuestro Señor está cerca en su venida. Esto no debe asustarnos sino animarnos a vivir vidas gentiles ya que él nos recompensará, ejecutará justo juicio sobre aquellos que causan daño a sus hijos y pondrá todo bajo su control (Fil. 3:21). Los Filipenses estaban experimentando persecución por ser creyentes y Pablo les recuerda que sean gentiles con todos ya que el Señor viene pronto.
Nuestro Señor, el bondadoso, misericordioso, y justo viene pronto y nos debe a llevar a regocijarnos en Él y vivir gentilmente con todos.
¿Cómo te conocen los que está fuera de la iglesia, en tu trabajo y en tu vecindario? ¿Te conocen como una persona afable, amable, gentil y bondadosa? ¿Reaccionas con gentileza gozosa ante la rudeza de otros?
Cuando vivimos amablemente matamos el enojo y la paz de Dios reina en nosotros no importando cómo otros nos traten.
V. Debemos vivir en constante oración a Dios vv. 6-7
- Venciendo la ansiedad
Es muy interesante notar cómo Pablo conecta todo en esta carta. Desde el comienzo ha hablado del gozo, de la unidad en Cristo, del Señorío de Cristo y cómo nosotros debemos tener su mente y someternos a Él. En esta sección nos habla de la paz de Dios la cual viene de nuestra firmeza en Él, del gozo en el Señor, de la unidad que tenemos unos a otros, y cómo se demuestra el gozo a través de nuestra gentileza. Sabiendo que él viene pronto para sujetar todas las cosas bajo su señorío debe llevarnos a ser gentiles y también a evitar el afán y la ansiedad. En lugar a esto debemos dejar a todo a Dios en oración para que su paz reine en nuestras vidas.
A. ¿Cómo vivir una vida de oración delante de Dios. 6a
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”
En los Estados Unidos, 40 millones de personas sufren de ansiedad clínica, el 18% de la población. De estos solo el 18% son tratados clínicamente. Sin duda hay más que no han sido evaluados. Los factores que producen la ansiedad son varios como la genética, la personalidad, y eventos en la vida.
La mayoría de nosotros no vamos a experimentar esta clase de ansiedad.
Relacionado con la ansiedad están los ataques de pánico. Estos vienen de repente y las causas son muy similares a las de la ansiedad. Creo que les he comentado de mi único caso en sufrí de un ataque de pánico. En mi caso me sentía en mi cuerpo los síntomas lo cual me llevó a tener más ansiedad de lo que podía morir en ese momento.
Si padeces de ansiedad o ataques de pánico es recomendable que busques ayuda profesional. Nuestra iglesia puede ayudarte a través de nuestro centro de consejería.
Aunque ninguno de estos sea algo con lo que luchamos, la ansiedad o el afán común (a diferencia de clínica) es algo que la mayoría de nosotros experimentamos. Este afán es cuando nos preocupamos excesivamente en algo que está fuera de nuestro control. Generalmente son circunstancias que no podemos controlar pero deseamos controlar porque nos sentimos inseguros. Envuelve personas que nosotros queremos cambiar pero no podemos cambiar o no podemos cambiar sus circunstancias. Pablo nos dice cómo tratar con la ansiedad en los siguientes versículos.
1. Para de preocuparte orando
Pablo comienza con el mandato de que no estén afanados por nada. Nada merece que nos afanemos excesivamente dice Pablo. El llamado es que paren de preocuparse excesivamente de lo que les preocupa.
Pero no solo dice paren sino que también dice como llevar a cabo esto: “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica”.
El antídoto para la ansiedad es la oración constante por lo que nos preocupa. En breve Pablo dice, “por nada se preocupen, oren por todo”.
Yo hago lo opuesto. Quizás tu también. Debemos hacer esto, orar por todo, preocuparnos por nada.
2. Si es algo personal, presenta específicamente a Dios tu petición.
“Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios”.
La palabra que se usa para peticiones significa algo específico. Nuestras peticiones deben ser específicas no generales. Debemos llevar estar peticiones delante de Dios.
En nuestras peticiones debemos reconocer que Dios es soberano de nuestra vida y suple todas nuestras necesidades que tenemos hoy. Aunque Él sabe lo que necesitamos oramos para que Dios haga su voluntad y podamos ser libres de la ansiedad y tener su paz. Mateo 6:23-34 (Matt. 6:25-34).
Las presentamos ante su trono de la gracia y confiamos que nuestro Padre celestial obrará para nuestro bien.
3. Si es algo por alguien que te preocupa, intercede por la persona.
“En toda oración”
La palabra oración no solo quiere decir que debemos orar en todo tiempo y por todo sino que tiene la idea de interceder por otros. Si nos preocupa algo relacionado con alguien, debemos presentarlo a Dios en lugar de afanarnos.
4. Si es algo urgente pídele a Dios con intensidad.
“Y ruego”
Debemos de suplicar, rogar con intensidad por lo que nos urge que Dios responda. Esto no quiere decir que Dios nos responderá cuando queremos, pero Dios desea que tengamos intensidad al orar.
5. En todas tus oraciones dale gracias a Dios v. 6b
“con acción de gracias”
Nuestras oraciones deben ir acompañadas con el agradecimiento. El agradecimiento reconoce a Dios como bondadoso y nos ayuda a entender que dependemos de Él. ¡Reconocemos que es un Dios dadivoso que nos da todo lo que necesitamos! El agradecimiento nos libra de la egolatría, el pensar que nosotros podemos hacerlo todo y somos autosuficientes.
C. La promesa de Dios v. 7
Pablo nos dice que la promesa de vivir en constante oración cuando algo nos preocupa es la paz de Dios.
1. La paz de Dios es superior (transciende) a nuestro entendimiento (es sobrenatural) de lo que nos causa ansiedad.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento”
Esta paz es la paz que Dios posee como Dios. Él nos comparte de su paz.
Esta paz es más que “La serenidad calmada que caracteriza la naturaleza de Dios que los Cristianos agradecidos y confiados son bienvenidos a compartir”. - Comentario de Pillar
Pero esta paz va más allá de ser un sentir, es una paz completa (“Shalom”) que incluye el bienestar de la persona en su vida y sus relaciones. Es una paz sobrenatural. No es una paz que viene de nosotros ni de la terapia ni de relajantes especiales. Esta paz viene de Dios mismo, el Dios de paz. Una paz que no se puede explicar que transciende las circunstancias. Transciende todo lo que nosotros entendemos como paz.
Esta es la paz que Dios nos da cuando presentamos todo lo que nos preocupa en oración constante.
2. La paz de Dios guarda nuestros corazones
“guardará vuestros corazones”
Esta frase es una frase militar. Los soldados romanos hacían guardia en las entradas de la ciudad para proteger la Paz Romana. No dejaban entrar a nadie que quisiera perturbar esa paz. Los soldados que protegen una ciudad resisten a las personas quieren pasar, pero ellos resisten.
Ellos ofrecían esa seguridad. La paz de Dios es la que nos protegerá nuestros corazones, lo más profundo de nuestro ser, el centro de nuestras emociones y de nuestra voluntad de la ansiedad. Lo hará manteniendo la entrada de nuestros corazones protegida en contra de las preocupaciones y ansiedad. No las dejará entrar.
Nadie puede darte esta clase de paz, solo nuestro Dios a través de nuestro Señor Jesucristo.
3. La paz de Dios guarda nuestros pensamientos
“y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Una vida de oración y gratitud a Dios vence la ansiedad porque nos da su paz que no solo guarda nuestro corazones sino también nuestra mente de la ansiedad “en Cristo Jesús”. Cuando vengan esos pensamientos que nos producen ansiedad, la paz de serán recibidos por nuestro Señor y no serán aceptados. El dijo a sus discípulos, "Mi paz os dejo, mi paz os doy". Esa paz es la que mantendrá nuestros pensamientos libres de la ansiedad y preocupación.
Para vencer la ansiedad y experimentar la paz de Dios, necesitamos vivir como iglesia una vida en constante oración a Él por lo que nos causa preocupación.
VI. Debemos vivir pensando las virtudes de Dios vv. 8-9
- Reenfocando la mente
Pablo continúa compartiendo lo que la iglesia de Filipos debe hacer para vivir en la paz de Dios y paz con otros. Pablo les manda a reenfocar su mente en lo que es virtuoso. En oración presentamos todo a Dios, su paz nos protege y no deja entrar la ansiedad pero dejamos entrar a nuestra mente las virtudes de Dios. Estas deben ser nuestro enfoque.
A. Evitar enfocarnos en todo lo que roba la paz v. 8
Los estudios científicos dicen que nuestros cerebros pueden modificarse y generar nuevas conexiones. A esto se le llama neuroplasticidad. Se creía antes que una vez el cerebro ya estaba desarrollado no podía modificarse, haciendo nuevas conexiones y asociaciones. Pero hoy los científicos dicen que si es posible aunque haya sufrido un trauma o haya sido formado bajo condiciones negativas. Esto es muy interesante porque la Biblia nos dice que renovemos nuestra mente.
Hay maneras de pensar que nos roban la paz. Hemos sido programados por nuestras experiencias, especialmente antes de conocer a Cristo, con pensamientos contrarios a la Palabra de Dios. Pablo os dice que para tener la paz de Dios debemos evitar la ansiedad que roba la paz. Una vida de oración nos ayuda. Pero además de esto debemos reenfocar nuestra mente en cualidades virtuosas.
B. Reenfocando la mente en todo lo que es virtuoso v. 8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Una mente que es guardada por la paz de Dios se enfoca, se concentra, les da atención constante a ocho virtudes. Estas virtudes son virtudes que en el tiempo de Pablo los griegos las consideraban honorables. Estas virtudes no fueron inventadas por los griegos ni ninguna otra cultura. Las virtudes honorables, dignas de alabanza se derivan del carácter de Dios. El mundo puede poseerla porque no son exclusivas. Son virtudes que Dios ha compartido con nosotros. Pero en el cristiano, estas virtudes deben ser parte de constante pensar y vivir.
Estas virtudes son excelentes (“si hay virtud alguna”), son dignas de elogios (“alabanza”). Además son amplias y no están limitadas a prácticas específicas. Son virtudes que deben dominar nuestra mente por nuestro constante enfoque en ellas. Esto implica que hay que pensar y alimentar nuestras mentes con en ellas constantemente.
1. Todo lo verdadero - Lo verdadero de Dios se deriva de su Palabra. Toda la verdad viene de Dios. Esto implica que hay falsedad. No todo es verdadero. Hoy día se habla de los hechos, pero los hechos que no muestran la verdad de Dios es falsedad. Por ejemplo, todos creemos que el cuerpo es maravilloso. Es cierto. Pero no decir que fue Dios que lo creó, que en Cristo nuestros cuerpos son templo de Espíritu Santo y deben mantenerse puros es omitir la verdad de Dios. Debemos pensar en lo que es verdadero.
2. Todo lo honesto - todo lo que es honorable, digno de respeto. Todo lo deshonorable, vulgar debe evitarse.
3. Todo lo justo - todo lo que va de acuerdo o en proporción a lo que es considerado bueno o de beneficio a otros. Que no toma ventaja de otros.
4. Todo lo puro - todo lo que es moralmente bueno.
5. Todo lo agradable, placentero.
6. Todo lo de buen nombre o de buena reputación o reconocimiento moral. Esto describe la cualidades anteriores y también a personas que son de buen nombre.
C. Practicando la enseñanza y ejemplo bíblico v. 9
“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”
Pablo es uno que practica lo que enseña incluyendo estas virtudes al igual que todo lo que ha enseñado en esta carta. Él les manda a que practiquen lo que les ha enseñado, "lo que aprendisteis y recibisteis" y lo que han visto como ejemplo en él, "y oísteis y visteis en mí."
La promesa es que cuando practiquen esto "el Dios de paz estará" con ellos. Esto no quiere decir que no tienen la paz de Dios, sino que en la obediencia de ellos, Dios estará ayudándoles y dando su paz aun más.
Dios nos llama a practicar lo que hemos aprendido sobre su paz. Nos dice que debemos como iglesia:
1. Debemos estar firmes en Él
2. Debemos vivir en unidad
3. Debemos regocijarnos en todo tiempo
4. Debemos vivir amablemente
5. Debemos vivir en constante oración a Dios
6. Debemos vivir pensando en las virtudes de Dios
- Matando el enojo pecaminoso
“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.”
El regocijo del Señor nos lleva a ser gentiles. Esto mata el enojo pecaminoso. Alguien preguntó, ¿Qué es más fácil, regocijarse o vivir amablemente? Esta persona dijo que es vivir amablemente porque esto implica a otras personas. El gozo del Señor se demuestra viviendo amablemente. Debemos entender varias cosas sobre vivir amablemente.
A. El enojo (y la agresividad) roba la amabilidad, la bondad y gentileza.
El enojo pecaminoso no solo roba el gozo y la paz del Señor sino que también todo lo que es bueno de Dios. Lleva a los desacuerdos, a las contiendas, a las divisiones como pasaba en Filipos con las dos mujeres. Lleva al odio, al rencor y a la amargura. El enojo viene porque alguien ha violado nuestros derechos o nos impide algo que nosotros pensamos que merecemos.
Debemos entender que verdaderamente no merecemos nada delante de Dios. Dios no nos debe nada y enojarnos y dañar a otros porque no recibimos lo que queremos es pecado.
B. La gentileza se demuestra a todos
“Sea conocida de todos los hombres”
La gentileza nuestra no es solo dentro de la iglesia o entre creyentes sino con todas las personas. Los Americanos son categorizados como rudos y orgullosos por otros países. Y cuando salen del país llevan esa actitud. Pero la verdad es que en estos días el enojo, la rudeza y la violencia se ha visto muy marcada en nuestro país debido a la política.
Los Hispanos nos hemos distinguido como personas gentiles y amables pero también lo estamos perdiendo rápidamente con la ayuda de la cultura en que vivimos.
Como cristianos y ciudadanos del cielo, como iglesia, debemos distinguirnos como personas gentiles no importa el país de origen de que somos, ni el país donde vivimos, ni que punto de vista político, ni de que creen otros religiosamente ni siquiera como nos tratan. Obedecemos a nuestro Señor y mostramos su gentileza a todos aun los que no nos tratan bien. No reaccionamos. No nos ofendemos fácilmente.
La iglesia del Señor debe ser conocida por la gentileza y amabilidad no por ser agresivos y enojones. No hay lugar para personalidades múltiples como las del Dr. Jekyll y el señor Hyde, de día respetuoso doctor pero de noche es agresivo, violento, desenfrenado y repugnante.
No queridos, esto no nos trae la paz del Señor. Pablo nos motiva a vivir gentilmente dándonos la razón:
C. La gentileza reconoce que el Señor viene pronto
“El Señor está cerca”
Como ciudadanos del cielo debemos entender que nuestro Señor está cerca en su venida. Esto no debe asustarnos sino animarnos a vivir vidas gentiles ya que él nos recompensará, ejecutará justo juicio sobre aquellos que causan daño a sus hijos y pondrá todo bajo su control (Fil. 3:21). Los Filipenses estaban experimentando persecución por ser creyentes y Pablo les recuerda que sean gentiles con todos ya que el Señor viene pronto.
Nuestro Señor, el bondadoso, misericordioso, y justo viene pronto y nos debe a llevar a regocijarnos en Él y vivir gentilmente con todos.
¿Cómo te conocen los que está fuera de la iglesia, en tu trabajo y en tu vecindario? ¿Te conocen como una persona afable, amable, gentil y bondadosa? ¿Reaccionas con gentileza gozosa ante la rudeza de otros?
Cuando vivimos amablemente matamos el enojo y la paz de Dios reina en nosotros no importando cómo otros nos traten.
V. Debemos vivir en constante oración a Dios vv. 6-7
- Venciendo la ansiedad
Es muy interesante notar cómo Pablo conecta todo en esta carta. Desde el comienzo ha hablado del gozo, de la unidad en Cristo, del Señorío de Cristo y cómo nosotros debemos tener su mente y someternos a Él. En esta sección nos habla de la paz de Dios la cual viene de nuestra firmeza en Él, del gozo en el Señor, de la unidad que tenemos unos a otros, y cómo se demuestra el gozo a través de nuestra gentileza. Sabiendo que él viene pronto para sujetar todas las cosas bajo su señorío debe llevarnos a ser gentiles y también a evitar el afán y la ansiedad. En lugar a esto debemos dejar a todo a Dios en oración para que su paz reine en nuestras vidas.
A. ¿Cómo vivir una vida de oración delante de Dios. 6a
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego”
En los Estados Unidos, 40 millones de personas sufren de ansiedad clínica, el 18% de la población. De estos solo el 18% son tratados clínicamente. Sin duda hay más que no han sido evaluados. Los factores que producen la ansiedad son varios como la genética, la personalidad, y eventos en la vida.
La mayoría de nosotros no vamos a experimentar esta clase de ansiedad.
Relacionado con la ansiedad están los ataques de pánico. Estos vienen de repente y las causas son muy similares a las de la ansiedad. Creo que les he comentado de mi único caso en sufrí de un ataque de pánico. En mi caso me sentía en mi cuerpo los síntomas lo cual me llevó a tener más ansiedad de lo que podía morir en ese momento.
Si padeces de ansiedad o ataques de pánico es recomendable que busques ayuda profesional. Nuestra iglesia puede ayudarte a través de nuestro centro de consejería.
Aunque ninguno de estos sea algo con lo que luchamos, la ansiedad o el afán común (a diferencia de clínica) es algo que la mayoría de nosotros experimentamos. Este afán es cuando nos preocupamos excesivamente en algo que está fuera de nuestro control. Generalmente son circunstancias que no podemos controlar pero deseamos controlar porque nos sentimos inseguros. Envuelve personas que nosotros queremos cambiar pero no podemos cambiar o no podemos cambiar sus circunstancias. Pablo nos dice cómo tratar con la ansiedad en los siguientes versículos.
1. Para de preocuparte orando
Pablo comienza con el mandato de que no estén afanados por nada. Nada merece que nos afanemos excesivamente dice Pablo. El llamado es que paren de preocuparse excesivamente de lo que les preocupa.
Pero no solo dice paren sino que también dice como llevar a cabo esto: “sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica”.
El antídoto para la ansiedad es la oración constante por lo que nos preocupa. En breve Pablo dice, “por nada se preocupen, oren por todo”.
Yo hago lo opuesto. Quizás tu también. Debemos hacer esto, orar por todo, preocuparnos por nada.
2. Si es algo personal, presenta específicamente a Dios tu petición.
“Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios”.
La palabra que se usa para peticiones significa algo específico. Nuestras peticiones deben ser específicas no generales. Debemos llevar estar peticiones delante de Dios.
En nuestras peticiones debemos reconocer que Dios es soberano de nuestra vida y suple todas nuestras necesidades que tenemos hoy. Aunque Él sabe lo que necesitamos oramos para que Dios haga su voluntad y podamos ser libres de la ansiedad y tener su paz. Mateo 6:23-34 (Matt. 6:25-34).
Las presentamos ante su trono de la gracia y confiamos que nuestro Padre celestial obrará para nuestro bien.
3. Si es algo por alguien que te preocupa, intercede por la persona.
“En toda oración”
La palabra oración no solo quiere decir que debemos orar en todo tiempo y por todo sino que tiene la idea de interceder por otros. Si nos preocupa algo relacionado con alguien, debemos presentarlo a Dios en lugar de afanarnos.
4. Si es algo urgente pídele a Dios con intensidad.
“Y ruego”
Debemos de suplicar, rogar con intensidad por lo que nos urge que Dios responda. Esto no quiere decir que Dios nos responderá cuando queremos, pero Dios desea que tengamos intensidad al orar.
5. En todas tus oraciones dale gracias a Dios v. 6b
“con acción de gracias”
Nuestras oraciones deben ir acompañadas con el agradecimiento. El agradecimiento reconoce a Dios como bondadoso y nos ayuda a entender que dependemos de Él. ¡Reconocemos que es un Dios dadivoso que nos da todo lo que necesitamos! El agradecimiento nos libra de la egolatría, el pensar que nosotros podemos hacerlo todo y somos autosuficientes.
C. La promesa de Dios v. 7
Pablo nos dice que la promesa de vivir en constante oración cuando algo nos preocupa es la paz de Dios.
1. La paz de Dios es superior (transciende) a nuestro entendimiento (es sobrenatural) de lo que nos causa ansiedad.
“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento”
Esta paz es la paz que Dios posee como Dios. Él nos comparte de su paz.
Esta paz es más que “La serenidad calmada que caracteriza la naturaleza de Dios que los Cristianos agradecidos y confiados son bienvenidos a compartir”. - Comentario de Pillar
Pero esta paz va más allá de ser un sentir, es una paz completa (“Shalom”) que incluye el bienestar de la persona en su vida y sus relaciones. Es una paz sobrenatural. No es una paz que viene de nosotros ni de la terapia ni de relajantes especiales. Esta paz viene de Dios mismo, el Dios de paz. Una paz que no se puede explicar que transciende las circunstancias. Transciende todo lo que nosotros entendemos como paz.
Esta es la paz que Dios nos da cuando presentamos todo lo que nos preocupa en oración constante.
2. La paz de Dios guarda nuestros corazones
“guardará vuestros corazones”
Esta frase es una frase militar. Los soldados romanos hacían guardia en las entradas de la ciudad para proteger la Paz Romana. No dejaban entrar a nadie que quisiera perturbar esa paz. Los soldados que protegen una ciudad resisten a las personas quieren pasar, pero ellos resisten.
Ellos ofrecían esa seguridad. La paz de Dios es la que nos protegerá nuestros corazones, lo más profundo de nuestro ser, el centro de nuestras emociones y de nuestra voluntad de la ansiedad. Lo hará manteniendo la entrada de nuestros corazones protegida en contra de las preocupaciones y ansiedad. No las dejará entrar.
Nadie puede darte esta clase de paz, solo nuestro Dios a través de nuestro Señor Jesucristo.
3. La paz de Dios guarda nuestros pensamientos
“y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Una vida de oración y gratitud a Dios vence la ansiedad porque nos da su paz que no solo guarda nuestro corazones sino también nuestra mente de la ansiedad “en Cristo Jesús”. Cuando vengan esos pensamientos que nos producen ansiedad, la paz de serán recibidos por nuestro Señor y no serán aceptados. El dijo a sus discípulos, "Mi paz os dejo, mi paz os doy". Esa paz es la que mantendrá nuestros pensamientos libres de la ansiedad y preocupación.
Para vencer la ansiedad y experimentar la paz de Dios, necesitamos vivir como iglesia una vida en constante oración a Él por lo que nos causa preocupación.
VI. Debemos vivir pensando las virtudes de Dios vv. 8-9
- Reenfocando la mente
Pablo continúa compartiendo lo que la iglesia de Filipos debe hacer para vivir en la paz de Dios y paz con otros. Pablo les manda a reenfocar su mente en lo que es virtuoso. En oración presentamos todo a Dios, su paz nos protege y no deja entrar la ansiedad pero dejamos entrar a nuestra mente las virtudes de Dios. Estas deben ser nuestro enfoque.
A. Evitar enfocarnos en todo lo que roba la paz v. 8
Los estudios científicos dicen que nuestros cerebros pueden modificarse y generar nuevas conexiones. A esto se le llama neuroplasticidad. Se creía antes que una vez el cerebro ya estaba desarrollado no podía modificarse, haciendo nuevas conexiones y asociaciones. Pero hoy los científicos dicen que si es posible aunque haya sufrido un trauma o haya sido formado bajo condiciones negativas. Esto es muy interesante porque la Biblia nos dice que renovemos nuestra mente.
Hay maneras de pensar que nos roban la paz. Hemos sido programados por nuestras experiencias, especialmente antes de conocer a Cristo, con pensamientos contrarios a la Palabra de Dios. Pablo os dice que para tener la paz de Dios debemos evitar la ansiedad que roba la paz. Una vida de oración nos ayuda. Pero además de esto debemos reenfocar nuestra mente en cualidades virtuosas.
B. Reenfocando la mente en todo lo que es virtuoso v. 8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Una mente que es guardada por la paz de Dios se enfoca, se concentra, les da atención constante a ocho virtudes. Estas virtudes son virtudes que en el tiempo de Pablo los griegos las consideraban honorables. Estas virtudes no fueron inventadas por los griegos ni ninguna otra cultura. Las virtudes honorables, dignas de alabanza se derivan del carácter de Dios. El mundo puede poseerla porque no son exclusivas. Son virtudes que Dios ha compartido con nosotros. Pero en el cristiano, estas virtudes deben ser parte de constante pensar y vivir.
Estas virtudes son excelentes (“si hay virtud alguna”), son dignas de elogios (“alabanza”). Además son amplias y no están limitadas a prácticas específicas. Son virtudes que deben dominar nuestra mente por nuestro constante enfoque en ellas. Esto implica que hay que pensar y alimentar nuestras mentes con en ellas constantemente.
1. Todo lo verdadero - Lo verdadero de Dios se deriva de su Palabra. Toda la verdad viene de Dios. Esto implica que hay falsedad. No todo es verdadero. Hoy día se habla de los hechos, pero los hechos que no muestran la verdad de Dios es falsedad. Por ejemplo, todos creemos que el cuerpo es maravilloso. Es cierto. Pero no decir que fue Dios que lo creó, que en Cristo nuestros cuerpos son templo de Espíritu Santo y deben mantenerse puros es omitir la verdad de Dios. Debemos pensar en lo que es verdadero.
2. Todo lo honesto - todo lo que es honorable, digno de respeto. Todo lo deshonorable, vulgar debe evitarse.
3. Todo lo justo - todo lo que va de acuerdo o en proporción a lo que es considerado bueno o de beneficio a otros. Que no toma ventaja de otros.
4. Todo lo puro - todo lo que es moralmente bueno.
5. Todo lo agradable, placentero.
6. Todo lo de buen nombre o de buena reputación o reconocimiento moral. Esto describe la cualidades anteriores y también a personas que son de buen nombre.
C. Practicando la enseñanza y ejemplo bíblico v. 9
“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.”
Pablo es uno que practica lo que enseña incluyendo estas virtudes al igual que todo lo que ha enseñado en esta carta. Él les manda a que practiquen lo que les ha enseñado, "lo que aprendisteis y recibisteis" y lo que han visto como ejemplo en él, "y oísteis y visteis en mí."
La promesa es que cuando practiquen esto "el Dios de paz estará" con ellos. Esto no quiere decir que no tienen la paz de Dios, sino que en la obediencia de ellos, Dios estará ayudándoles y dando su paz aun más.
Dios nos llama a practicar lo que hemos aprendido sobre su paz. Nos dice que debemos como iglesia:
1. Debemos estar firmes en Él
2. Debemos vivir en unidad
3. Debemos regocijarnos en todo tiempo
4. Debemos vivir amablemente
5. Debemos vivir en constante oración a Dios
6. Debemos vivir pensando en las virtudes de Dios
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