En el capítulo uno miramos como Habacuc pregunta a Dios porqué permite la maldad y la violencia en su pueblo. Dios le muestra que lo que hará será algo “asombroso” cuando castigue la maldad. Él usaría a una nación aún más malvada para corregir a su pueblo. Esto lleva a Habacuc a protestar delante de Dios y preguntarle si esto es justo. Esencialmente, lo que está diciéndole y preguntándole es: Se que eres justo, pero ¿acaso no es injusto lo que harás? Después de preguntar, Habacuc espera la respuesta de Dios.
Nosotros preguntaríamos, ¿Es Dios injusto? ¿Cuál es la respuesta de Dios? El Señor le da tres respuestas. Estas tres aplican también a nosotros en los momentos cuando dudamos en la justicia de Dios.
Nosotros preguntaríamos, ¿Es Dios injusto? ¿Cuál es la respuesta de Dios? El Señor le da tres respuestas. Estas tres aplican también a nosotros en los momentos cuando dudamos en la justicia de Dios.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Esperas pacientemente en el Señor cuando no te responde cuando tu quieres? ¿Persistes en la oración rogándole?
2. ¿Haz llegado como Martín Lutero, a confiar en que solo la fe (sino obras) en Cristo te puede salvar?
3. Si ya eres justo por la fe en Cristo, ¿Estás viviendo por fe en Él tu vida diaria o por tus esfuerzos? ¿Eres fiel al Señor?
4. Dedica tiempo esta semana para orar por aquellos que todavía no se han arrepentido y viven vidas de pecado y recibirán el castigo de Dios si no lo hacen. Ruega que Dios te ayude a tener un corazón adolorido por corazón no arrepentido.
5. Dedica un tiempo en silencio delante de Dios, reflexionando en su grandeza, santidad y majestuosidad. Dale gracias al terminar.
No comments:
Post a Comment