Hasta ahora hemos hablado que para ser transformado o cambiado por el Señor no solo envuelve pedir que Dios nos de ese compromiso a su verdad que envuelve ser enseñable, tener discernimiento y ser guiado sino también, pedir NO ser Seducido por el Mal vv. 36-37
No ser seducido por el mal implica pedir a Dios varias cosas:
1. Un Corazón Dado a la Verdad de Dios v. 36
“Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.”
“Inclina mi corazón a tus testimonios"
El salmista pide que le de el deseo, que le de la disponibilidad del corazón hacia lo que Dios afirma o testifica como su voluntad.
Pide que esto sea su constante inclinación, la inclinación del corazón.
Según la Escritura en Jer. 17:9-10 nuestro corazón es malo por naturaleza. No está inclinado a lo bueno. Es por esto que debemos constantemente pedir que Dios lo incline a sus testimonios, a lo que es su voluntad.
"Y no a la avaricia"
No es que Dios le de sino más bien que no le permita. Pide que no lo permita que busque las ganancias egoístas. Todo lo que es su propio beneficio. Esto puede incluir dinero o bienes materiales que lleva a la avaricia.
En nuestra cultura materialista americana, es tan pertinente. No debemos permitir que nuestros corazones sean capturados por la avaricia, por el deseo de tener más y más. Esto no es la voluntad de Dios.
¿A que se inclina tu corazón?
Debemos pedir tener un corazón dado a la verdad de Dios, además tener
2. Unos Ojos Enfocados en el Camino de Dios v. 37
“Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.”
“Aparta mis ojos, que no vean la vanidad"
El salmista pide que la vanidad o lo vano pase de su vista desapercibido. ¡Que no se de cuenta! En este contexto puede referirse a los ídolos. Vanidad es considerado todo lo que no vale nada de acuerdo a la báscula de Dios. Todo lo que no trae gloria a Dios. Todo lo que no trae valor, significado y propósito a nuestra vida. Esto incluyen cosas buenas que nos roban lo que le pertenece a Dios.
En una de mis historias favoritas, "Más Allá del Viento del Norte" por George McDonald, el protagonista, un niño llamado Diamante dice:
'Pero lo bello no puede ser malo. ¿No eres mala, Viento del Norte?
'No; Yo no soy mala. Pero a veces las cosas bellas se vuelven malas al hacer el mal, y lleva tiempo que su maldad arruine su belleza. Entonces, los niños pequeños pueden estar equivocados si persiguen las cosas porque son bellas".
Algunas cosas buenas se vuelven vanidad. Esto incluye todo lo que es moralmente malo y lo que no tiene ningún valor moral que nos ayuda a enfocarnos en Dios. Hay un libro en la Biblia llamado Eclesiastés que habla sobre este tema.
Al final del libro dice:
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala." Eclesiastés 12:13-14
Nuestro mundo está lleno de vanidad.
¿Puedes pensar en algunas cosas vanas? ¿Cuantas horas estás gastando en ellas?
Un corazón enfocado en Dios, que rechaza la vanidad es necesario para adorarle.
Salmo 24:3-4 dice:
"¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño."
"Avívame en tu camino"
Esto es en lo que debemos enfocarnos nuestros ojos (vida) con toda nuestra energía y pasión, el camino de Dios que describe la Palabra de Dios.
¿En qué se enfocan tus ojos?
En la siguiente entrada hablaremos sobre una tercera manera de ser transformado o cambiado por la Palabra de Dios.
No ser seducido por el mal implica pedir a Dios varias cosas:
1. Un Corazón Dado a la Verdad de Dios v. 36
“Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.”
- Lo Que Pide que le De v. 36a
“Inclina mi corazón a tus testimonios"
El salmista pide que le de el deseo, que le de la disponibilidad del corazón hacia lo que Dios afirma o testifica como su voluntad.
Pide que esto sea su constante inclinación, la inclinación del corazón.
Según la Escritura en Jer. 17:9-10 nuestro corazón es malo por naturaleza. No está inclinado a lo bueno. Es por esto que debemos constantemente pedir que Dios lo incline a sus testimonios, a lo que es su voluntad.
- Lo Que Pide que No le Permita v. 36b
"Y no a la avaricia"
No es que Dios le de sino más bien que no le permita. Pide que no lo permita que busque las ganancias egoístas. Todo lo que es su propio beneficio. Esto puede incluir dinero o bienes materiales que lleva a la avaricia.
En nuestra cultura materialista americana, es tan pertinente. No debemos permitir que nuestros corazones sean capturados por la avaricia, por el deseo de tener más y más. Esto no es la voluntad de Dios.
¿A que se inclina tu corazón?
Debemos pedir tener un corazón dado a la verdad de Dios, además tener
2. Unos Ojos Enfocados en el Camino de Dios v. 37
“Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.”
- Pasar Por Alto Las Cosas Vanas Nos Desvían 37a
“Aparta mis ojos, que no vean la vanidad"
El salmista pide que la vanidad o lo vano pase de su vista desapercibido. ¡Que no se de cuenta! En este contexto puede referirse a los ídolos. Vanidad es considerado todo lo que no vale nada de acuerdo a la báscula de Dios. Todo lo que no trae gloria a Dios. Todo lo que no trae valor, significado y propósito a nuestra vida. Esto incluyen cosas buenas que nos roban lo que le pertenece a Dios.
En una de mis historias favoritas, "Más Allá del Viento del Norte" por George McDonald, el protagonista, un niño llamado Diamante dice:
'Pero lo bello no puede ser malo. ¿No eres mala, Viento del Norte?
'No; Yo no soy mala. Pero a veces las cosas bellas se vuelven malas al hacer el mal, y lleva tiempo que su maldad arruine su belleza. Entonces, los niños pequeños pueden estar equivocados si persiguen las cosas porque son bellas".
Algunas cosas buenas se vuelven vanidad. Esto incluye todo lo que es moralmente malo y lo que no tiene ningún valor moral que nos ayuda a enfocarnos en Dios. Hay un libro en la Biblia llamado Eclesiastés que habla sobre este tema.
Al final del libro dice:
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala." Eclesiastés 12:13-14
Nuestro mundo está lleno de vanidad.
¿Puedes pensar en algunas cosas vanas? ¿Cuantas horas estás gastando en ellas?
Un corazón enfocado en Dios, que rechaza la vanidad es necesario para adorarle.
Salmo 24:3-4 dice:
"¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón;
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño."
- Desear Con Energía el Camino de Dios v. 37b
"Avívame en tu camino"
Esto es en lo que debemos enfocarnos nuestros ojos (vida) con toda nuestra energía y pasión, el camino de Dios que describe la Palabra de Dios.
¿En qué se enfocan tus ojos?
En la siguiente entrada hablaremos sobre una tercera manera de ser transformado o cambiado por la Palabra de Dios.
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