Para ser transformados necesitamos pedir que Dios nos renueve hacia la obediencia. Para esto necesitamos pedir renovación en la obediencia vv. 38-40
Esta renovación incluye tres aspectos:
1. Implementar la Palabra a Nuestra Vida v. 38
“Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.”
La idea de este pasaje es de implementar la Palabra de Dios en toda nuestra vida. Les decía de que miraba el funeral de Billy Graham, solo fui una vez a su cruzada en los años 80. Escuché a la hija de él, Ann Lotz Graham contar sobre como cuando eran chicos su papá tenía devocionales. El les leía y les comentaba de la Biblia. Aprendieron bien. Cuando Billy Graham estaba de edad avanzada, la hija llegaba, a petición, a leerle y comentaba la Biblia por una hora. Cuando su memoria y su edad no le permitía mucho, redujo el tiempo. Lo impresionante era que Billy Graham entendía el valor de la Palabra de Dios. Ella era parte de su vida. La implementaba en toda su vida en todo momento. Esto es lo que el salmista pide en este versículo.
¿Cómo implementas la Palabra de Dios en tu vida?
2. Esta renovación envuelve también seguir quitando lo lo que no honra al Señor v. 39
“Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.”
No se refiere a una persona sino al hecho de darle la espalda a Dios, negarle y rechazarle siguiendo lo malo.
El salmista no quiere apartarse de su Señor.
Pidamos esto al Señor cada día.
3. Además la renovación incluye seguir, deseando lo Que Agrada a Dios. v. 40
“He aquí yo he anhelado tus mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.”
¿Deseas de esta manera lo que agrada a Dios?
I Pedro 2:2 dice "desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación".
Jim Dennison dice:
"¿Cuántos cristianos en nuestra cultura dependen hoy de la fe "de segunda mano"? ¿Cuántos consumen la Palabra de Dios solo después de que ha sido "digerida" por su pastor, profesor de estudio bíblico, predicador de televisión, orador de podcasts o escritor de teología?
Dios quiere hablar directamente con su gente. Me encanta esta promesa: "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda." (Isaías 30:21). Jesús dijo del Espíritu Santo, "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Juan 16:13
Cuando estamos experimentando una relación personal, íntima y transformadora con el viviente Señor Jesús, escucharemos su voz y experimentaremos su presencia. Este hecho persistente de la Escritura conduce a este principio: si no estás escuchando a Dios, no estás tan cerca de él como deberías."
El salmista buscaba directamente lo que agradaba a Dios y lo hacía diariamente.
¿Lo haces tu?
Para ser transformado necesitas estos tres principios:
Esto no será fácil. ¿Porqué es difícil?
Apocalipsis 12:17 dice:
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.”
Porque tenemos un enemigo que no quiere que seas transformado. Esta en guerra contigo. El no desea que seas obedientes a la Palabra de Dios y así no des testimonio de Jesucristo.
Billy Graham fue un hombre que fue transformado por la Palabra de Dios. Cada vez que predicaba decía, “La Palabra de Dios dice...” Creía que la Palabra de Dios transformaba y por eso era fiel al Señor y lo fue hasta el final de su jornada. Su deseo fue que aun en su funeral se predicara el evangelio y así fue. Sus hijos todos testificaron de como la vida de él arraigada en su Palabra trajo fruto a su familia.
¡Qué herencia les dejó y el impacto que tuvo a muchos en este mundo!
Quiero terminar como Billy Graham, dependiendo del Señor hasta el final haciendo la Palabra de Dios mi delicia. Quiero terminar diciendo:
“Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.” v. 33
¿Qué tal tu?
Esta renovación incluye tres aspectos:
1. Implementar la Palabra a Nuestra Vida v. 38
“Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.”
La idea de este pasaje es de implementar la Palabra de Dios en toda nuestra vida. Les decía de que miraba el funeral de Billy Graham, solo fui una vez a su cruzada en los años 80. Escuché a la hija de él, Ann Lotz Graham contar sobre como cuando eran chicos su papá tenía devocionales. El les leía y les comentaba de la Biblia. Aprendieron bien. Cuando Billy Graham estaba de edad avanzada, la hija llegaba, a petición, a leerle y comentaba la Biblia por una hora. Cuando su memoria y su edad no le permitía mucho, redujo el tiempo. Lo impresionante era que Billy Graham entendía el valor de la Palabra de Dios. Ella era parte de su vida. La implementaba en toda su vida en todo momento. Esto es lo que el salmista pide en este versículo.
¿Cómo implementas la Palabra de Dios en tu vida?
2. Esta renovación envuelve también seguir quitando lo lo que no honra al Señor v. 39
“Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.”
No se refiere a una persona sino al hecho de darle la espalda a Dios, negarle y rechazarle siguiendo lo malo.
El salmista no quiere apartarse de su Señor.
Pidamos esto al Señor cada día.
3. Además la renovación incluye seguir, deseando lo Que Agrada a Dios. v. 40
“He aquí yo he anhelado tus mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.”
¿Deseas de esta manera lo que agrada a Dios?
I Pedro 2:2 dice "desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación".
Jim Dennison dice:
"¿Cuántos cristianos en nuestra cultura dependen hoy de la fe "de segunda mano"? ¿Cuántos consumen la Palabra de Dios solo después de que ha sido "digerida" por su pastor, profesor de estudio bíblico, predicador de televisión, orador de podcasts o escritor de teología?
Dios quiere hablar directamente con su gente. Me encanta esta promesa: "Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda." (Isaías 30:21). Jesús dijo del Espíritu Santo, "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Juan 16:13
Cuando estamos experimentando una relación personal, íntima y transformadora con el viviente Señor Jesús, escucharemos su voz y experimentaremos su presencia. Este hecho persistente de la Escritura conduce a este principio: si no estás escuchando a Dios, no estás tan cerca de él como deberías."
El salmista buscaba directamente lo que agradaba a Dios y lo hacía diariamente.
¿Lo haces tu?
Para ser transformado necesitas estos tres principios:
- Pedir a Dios ser Comprometido a Su Verdad vv. 33-35
- Pedir NO ser Seducido por el Mal vv. 36-37
- Pedir Renovación en la Obediencia vv. 38-40
Apocalipsis 12:17 dice:
“Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.”
Porque tenemos un enemigo que no quiere que seas transformado. Esta en guerra contigo. El no desea que seas obedientes a la Palabra de Dios y así no des testimonio de Jesucristo.
Billy Graham fue un hombre que fue transformado por la Palabra de Dios. Cada vez que predicaba decía, “La Palabra de Dios dice...” Creía que la Palabra de Dios transformaba y por eso era fiel al Señor y lo fue hasta el final de su jornada. Su deseo fue que aun en su funeral se predicara el evangelio y así fue. Sus hijos todos testificaron de como la vida de él arraigada en su Palabra trajo fruto a su familia.
¡Qué herencia les dejó y el impacto que tuvo a muchos en este mundo!
Quiero terminar como Billy Graham, dependiendo del Señor hasta el final haciendo la Palabra de Dios mi delicia. Quiero terminar diciendo:
“Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.” v. 33
¿Qué tal tu?
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