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Here are two articles written by Emily Guevara ( Twitter: @TMTEmily)  on our background and on  Grace Español .   Tyler Morning Telegraph...

Monday, October 15, 2018

La unidad en Cristo - Filipenses 2:1-11 - Primera Parte

Aparte de lo doctrinal, no hay nada que ha hecho más mal a la Iglesia de Cristo que la unidad. Nuestra falta de unidad ha causado que el mundo nos rechace y no desee escuchar. Lo peor de todo es que no es nuestro nombre el que está siendo deshonrado sino el de Cristo.
En Juan 17:11 nuestro Señor oró para que nosotros como Iglesia fuéramos uno en Él. Esa fue su oración y debe ser nuestro deseo en la iglesia.

 ¿Qué impide la unidad en Cristo? 

Hay muchas razones. Pablo trata este tema en el libro de Filipenses. En el capítulo 1 menciona de “algunos” creyentes que compartían el evangelio por ambición personal (Fil. 1:17). Esto estaba causando división. El deseo personal, lo que nosotros queremos, nuestros deseos ambiciosos con motivaciones equivocadas llevan a la falta de unidad en la iglesia.

El ORGULLO está atado a este ambición. El orgullo no lleva a pensar que nosotros tenemos la razón, tenemos el derecho de ser reconocidos, de ser tratados bien, de recibir lo mejor sin importar que esto traiga daño a los demás.

Pablo comienza el capítulo 2 diciendo “Por tanto...” conectándolo con el capítulo 1:27-30 donde habla de que debemos estar unidos combatiendo por el evangelio ante los que se oponen. Estas personas no creyentes, posiblemente conectadas con lealtad al gobierno romano se oponían a lo que los creyentes que mostraban con sus vidas su amor a Cristo y compartían con otros su evangelio.

En Filipenses 2:1-4, Pablo comparte la motivación de esta unidad expresando cuatro indicativos que comienzan con “si” y el enfoque de la unidad en los versículos 5-11 mostrando el como nuestro Señor Jesucristo es el Señor su Iglesia.

Recordemos que esto es para la iglesia, no es algo individual. No podemos vivir en unidad si no vivimos en comunidad con la iglesia de Cristo. Así que no apliquemos esto a nuestra vida individual, sino que pensemos en como esto debe ser aplicado en la iglesia junta tanto dentro y fuera del edificio.

I. La motivación de la unidad vv.1-4

La motivación o la base de la unidad envuelven cuatro indicativos que son realidad de nuestra vida. “Si” no significa algo condicional o inseguro sino una realidad que existe, que es parte de nuestra vida.

A. El lado humano - Lo que nosotros hacemos v. 1a
“si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor”

1. La consolación (exhortación) en Cristo
“si hay alguna consolación en Cristo”

Nuestro consuelo viene de Cristo. No solo es nuestro consuelo en base a nuestra unión con Él sino que también es por autoridad que la recibimos. El consuelo no solo nos anima a seguir fieles y unidos sino que nos da el valor para seguir compartiendo el evangelio. La unidad está motivada por el consuelo que Cristo, como nuestra suma autoridad nos ha dado al creer en Él. Y este consuelo debemos expresarlo también a otros en la iglesia.

Esta consolación es a la vez un ruego de vivir en unidad. Pablo usa la palabra “consolación” en el capítulo 4:2 como ruego. Así que esta palabra tiene la idea de que hay un ruego o  exhortación a la unidad en Cristo.

¿Porque necesitamos consolación? Porque cuando estamos unidos en Cristo para vivir y compartir el evangelio habrá resistencia y, posiblemente persecución. Esta persecución es un don de Dios y su consuelo será evidente y necesario en esos momentos.

2. La consolación del amor
“si algún consuelo de amor”

Pablo en el capítulo 1:9 ha orado para que los Filipenses tengan un amor abundante basado en el conocimiento y discernimiento.

Este amor es el amor de Cristo. El amor que nos demostró Cristo al morir por nosotros en la cruz. El amor con el cual ama a su Iglesia. Este amor debe ser el que compartimos unos a otros en la unidad en Cristo como Su Iglesia.

Es bonito compartir tiempo, comida, aun el tiempo de enseñanza y adoración pero la comunión que es la base de esto es el amor. Si el amor de Cristo no es la base de nuestra comunión no habrá unión. Estar juntos no significa unión. La unión es interna antes que externa. Podemos pretender que hay unidad pero esto no es unidad.

Hay familias que se reúnen para compartir tiempos de celebración pero no se hablan, están enojados unos con otros. Aparentan la unidad pero esto no es unidad. Esto es falsedad. De igual manera puede suceder en la iglesia.

La palabra que Pablo usa para “consuelo” aquí significa hablar amigablemente a otra persona. Esto es como el amor se demuestra pero la idea más allá de esto. Este tipo de trato, el amor que nos demostramos unos a otros, nos anima a seguir unidos.

B. El lado divino - lo que Dios hace v. 1b
“si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia”

1. Comunión del Espíritu
“si alguna comunión del Espíritu”

La comunión en el evangelio (1:5) tiene como base la comunión del Espíritu Santo. Cuando creímos en Cristo recibimos el Espíritu Santo en nuestras vidas, es Él quien nos une en Cristo. No son nuestros esfuerzos que nos unen, sino el Espíritu Santo. En la medida que obedecemos al Espíritu Santo, nuestra unidad crecerá.

¿Cómo puede una iglesia multiétnica, multilingüe y con diferencias sociales como la nuestra vivir en unidad?
Es a través del Espíritu Santo. Él lo hace en la medida que somos obedientes a su guía. No solo tendremos unidad sino que seguiremos firmes en el evangelio como dijo Pablo en el capítulo 1 versículo veintisiete.

2. El afecto profundo y la compasión
“si algún afecto entrañable, si alguna misericordia”

La palabra para “afecto entrañable” es “intestino” y se usa figuradamente para expresar un afecto profundo y emotivo. Este afecto va acompañado con la misericordia o compasión. Esta compasión es la que Dios nos da (Rom.12:1; 2 Cor. 1:3)

Pablo había recibido este tipo de afecto y compasión de parte de los Filipenses a través de su ayuda (Phil. 4:10-18) y se habían preocupado mucho por él.  Este tipo de afecto que le habían mostrado es el que ellos deberían tener unos a otros. Esto debería ser el incentivo para tener unidad en Cristo.


II. ¿Cómo se logra la unidad? vv. 2

“completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”

A. TENIENDO UN MISMO PENSAR (Sentir) v. 2a

La palabra que usa Pablo es la misma que usa en 1:5 y en 2:5 que se refiere a tener mente de Cristo y en 4:2 cuando le dice a Evodia y Síntique que sean de un mismo sentir en el Señor.

¿Que quiere decir Pablo con tener el mismo pensar o sentir? No es el que todos pensemos literalmente lo mismo o que seamos uniformes. Pablo quiere decir que tengamos la misma meta, la meta de vivir para Cristo, la meta de compartir el evangelio con otros, la meta de vivir como ciudadanos del reino de Cristo.

B. TENIENDO UN MISMO SENTIR v. 2b

Pablo manda a tener el mismo amor del que habló en 1:9. Había algunos que predicaban a Cristo por amor y otros por sus propios deseos ambiciosos. El llamado es que los creyentes en Filipos tengan amor unos a otros. Este amor no busca lo suyo, o que compite con otros para ser más importante. Es el amor como Cristo lo demostró el que trae la unidad.

Este es el amor que nosotros debemos tener entre nosotros. Este amor nos une en un mismo sentir. La gente lo podrá ver y querrá saber porque tenemos tal unidad. Nos dará la oportunidad de compartir el evangelio de Cristo. Lo opuesto también sucederá si no tenemos un mismo sentir y un mismo amor, alejará a las personas de Cristo.

Es por esto que es importante que en todo lo que hagamos aquí en Grace, lo hagamos con un mismo sentir y demostrándonos TODOS unos otros el amor de Cristo.

C. TENIENDO HARMONÍA EN NUETRO PROPÓSITO v. 2c
“unánimes, sintiendo una misma cosa.”

Literalmente esta parte dice, “teniendo un mismo espíritu y una misma alma”. La idea que Pablo convoca es el de tener armonía que viene de tener una mente enfocada en una meta común. En el contexto, el enfoque es trabajar por la causa del evangelio.  Hay una armonía enfocada en el propósito de vivir para Cristo y servir a Cristo.

Como iglesia debemos trabajar en armonía como hermanos en Cristo enfocados en nuestro llamado de ser y hacer discípulos para la gloria de Dios. Esta manera de pensar, sentir y trabajar es la que produce unidad y rechaza cualquier otra cosa que cause división en nuestro medio.

Cuando estamos unidos en un mismo pensar, en un mismo amor y en mismo espíritu no hay lugar para nuestros propios intereses, deseos, o prioridades egoístas. No buscamos lo nuestro, sino la voluntad de nuestro Señor. Buscamos vivir para Él, conocerle más y servirle con devoción singular. Compartimos su vida a través de nuestro vivir en Él. Compartimos el evangelio que son buenas nuevas de salvación a todo aquel que cree. Todo lo que hacemos en la iglesia es para darle gloria a Cristo como Señor de la Iglesia.

D. HACIENDO NADA POR EGOÍSMO O PARA AUTO EXALTACIÓN v. 3a
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria”

La actitud de los que estaban predicando a Cristo con motivaciones incorrectas estaba afectando a la iglesia en Filipos.  El egoísmo de estos estaba causando divisiones debido a sus ambiciones personales. Estas personas eran vanagloriosas, personas “infladas” pero que no reflejaban la realidad. Se creían más o aparentaban más de lo que realmente eran ya que lo externo no reflejaba lo interno. Pablo manda a la iglesia de Filipos que esto no sea así en la iglesia.

Este tipo de actitud no es digna de Cristo. Esto no debe ser parte de nuestra iglesia. Todos los que somos parte de esta iglesia debemos siempre tener esto en mente. Nada de lo que hacemos es para auto exaltarnos, para hacernos creer más que otros. El único que merece la gloria es Cristo. Esto lo explicará Pablo en los versículos 5 hasta el 11.

E. HACIENDO TODO CON HUMILDAD Y DEFERENCIA v. 3b-4
“antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo” 

La humildad, entender quienes somos en Cristo, debe ser la manera de actuar para preservar la unidad en la iglesia. Somos humildes porque Dios nos manda a ser humildes al reconocer que solo Él merece la gloria. Salmo 147:6-8; 138:6; Isaías 57:15; Santiago 4:6
Pablo mostrará el ejemplo de Cristo como el ejemplo de humildad y como nosotros debemos seguir su ejemplo. Si decimos que vivimos para Cristo debemos actuar como Cristo, con humildad en su iglesia.

Debemos tener deferencia, considerar, dar preferencia (la misma palabra “considerar” se usa en 3:8 y 4:7) a otros con su valor antes que buscar lo que nosotros queremos. El deseo es de honrar, animar, edificar a la otra persona antes que a nosotros. Este es un concepto anti-americano y en contra de nuestras inclinaciones.
Una vez más, Pablo nos mostrará con el ejemplo de Cristo que esto es posible porque Él lo hizo posible y nos ha dado su Espíritu para vivir como Él nos manda. No es fácil pero requiere que muramos cada día a nosotros mismos para vivir para Cristo.

El versículo explica un poco más el concepto de ser altruistas.  La persona altruista no es la que lo da todo necesariamente. La persona altruista es la que no solo piensa en si misma, lo cual es normal o justo, sino que piensa MÁS en otros.

Otra interpretación de este versículo es que debemos mirar o enfocarnos en el buen ejemplo de otros creyentes que reflejan el carácter de Cristo para ayudarnos a no enfocarnos solo en nosotros mismos (El punto de vista de Lutero, citado en el Comentario Pillar).


Practicar esto como iglesia nos lleva al enfoque de la unidad. Una iglesia unida reflejará la mente de Cristo como se describe en los siguientes versículos.






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